Monday 6 August 2018

La gesta de una casta 3ra parte

Lidia
En una de esas raras tardes soleadas de la siempre neblinosa zona costera de la gran ciudad, sentada cómodamente en el viejo sofá, ataviada de un vestido de corte largo y de tela sedosa muy suave, muy apropiada para su comodidad y su ya muy precaria salud, platicaba muy tranquila como si el tiempo la estuviera esperando; al frente de ella, su primogénito, quien en esa ocasión había decidido registrar las palabras de su madre en sus últimos días, la escuchaba muy atento – me acuerdo claramente de su voz – luego, como si algo pareciera distraerla, mira hacia un costado de la sala – me parece estarla escuchando -  dicho esto, se queda en silencio y levantando la mirada y dirigiéndola a la nada, a los tiempos ya idos, acaso reales – y sus ojos eran de color violeta, ¡cómo me acuerdo de ellos! y hasta puedo sentir que me están mirando – entonces, aquel nieto a quien Lidia nunca conoció debido a su temprana partida, escribía minuciosamente en su libreta de notas.

Brevísima biografía

Lidia Guerrero Ashford nació el mismo año en que nació Felipe Pinglo, 1899, al borde del siglo XIX y principio del siglo XX.
Fue la quinta de 11 hermanos (8 mujeres y 3 hombres)
Sus padres fueron: Andrés Guerrero Carmelino y Ana Ashford Boden
Sus abuelos fueron (lado materno): Richard Ashford Thomson, nacido en Brimingham Inglaterra, y Rose Boden O’Brien nacida en Irlanda (ver árbol genalógico) – lado paterno: Andrés Guerrero y María Carmelino
Contrajo matrimonio en 1935 en Miraflores con Juan Liborio Wilson Baldeón (en los tiempos en que la radiofonía comenzaba en Lima y Pinglo se hacía más concocido, también era la época del one-step y el fox-trot).
Hasta donde se ha podido indagar, todos los Guerrero Ashford nacieron en Lima, algunos en Miraflores y habrían sido todos bautizados en la iglesia de San Lázaro en Lima.

Brevísimo árbol genealógico

https://en.geneanet.org/fonds/individus/?go=1&nom=Guerrero+Ashford&prenom=Lidia&prenom_operateur=or&with_variantes_nom=&with_variantes_nom_conjoint=&with_variantes_prenom=&with_variantes_prenom_conjoint=&size=10

Esta es una página web que construye genealogías, uno puede abrir una cuenta y pagar un costo por el servicio. Los datos que aquí registro han sido extraídos de esa fuente de la cual, un descendiente de los Guerrero Ashford (Rafael Cáceres, bisnieto de Carmen Rosa Guerrero Ashford, hermana de nuestra abuela Lidia) posee una cuenta y ha hecho las investigaciones del caso. Pueden explorarla y constatar; no es perfecta, hay un pequeño error, el segundo apellido de Juan es Baldeón, pero aparece como Baldian. 

Brevísimas conclusiones

Richard Ashford Thomson, fue británico y nació en Brimingham, Inglaterra, pero su esposa Rose Boden si fue irlandesa. Ambos vinieron al Perú y tuvieron 11 hijos. Se cuenta que Richard era ingeniero mecánico y llegó a ser un respetado miembro de la sociedad de industrias en Lima.
La supuesta conexión irlandesa no es tan fuerte como se creía, más bien todo indica que la influencia inglesa en los genes es mayor.
Creo que deberíamos ahora investigar sobre el apellido Dormani (supuestamente inglés también), aunque nuestro apellido Aguirre todavía necesita ser mejor rastreado, ¿no creen?

Brevísima prueba documentaria.

Esta es la partida de defunción de Richard Ashford:



Brevísimo comentario (¿mentira?)

"Cuando Don Ricardo se molestaba, golpeaba la mesa con su taza de té" Se lo escuché (de eso sí soy testigo) decir a la longeva e inefable tía Betty. Si revisan la genealogía van a constatar que es una mentira, salvo que ella se lo halla escuchado a Lidia o a alguna de las hermanas de ella.

Oz

Monday 4 June 2018

La gesta de una casta 2da parte

El bautismo de Liborio Juan

La palabra "cristianizar" fue usada con anterioridad como un sinónimo de bautizar, lo que conlleva la idea de convertir al cristianismo al no cristiano, gran tarea de la iglesia en siglos pasados; esta empresa la llevó a enrumbar a tierras lejanas en busca de los paganos, muchas veces estos, gente de naturaleza salvaje y hostil. 
Estamos a punto de partir otra vez al lejano puerto del Callao en el año1888, viaje para el cual sólo necesitamos dos cosas: La visa de nuestro genuino interés por saber que ocurrió y las utilísimas gafas del siglo XIX, para no quedar en estado de shock; y aunque no vamos a presenciar la misma escena del rito en sí, ni tampoco un encuentro de la barbarie con la cristiandad, sí vamos a leer el escrito autorizado y certificado de la época de este evento, para lo cual hay que estar preparados, porque, quién sabe, podríamos tener una sorpresa.


NOTARIA PÚBLICA  serie N N.6913592

El que suscribe P. Fortunato Saiz, Vicario Cooperador de la parroquia de Santa Rosa del Callao, Certifica:
Que en el Libro de bautizados N. 200, existe una Partida que dice:
                       “En esta Iglesia Parroquial de Santa Rosa del Callao a veintisiete de Julio de mil ochocientos ochenta y ocho; Yo el Teniente del Señor Cura vicario propio de esta Parroquia exorcicé, bauticé, puse óleo y crisma a Liborio Juan, blanco, de Bellavista, de seis días nacido, hijo natural de Don Gabino Wilson y de Doña Juana Baldeón.  Fue madrina Doña Corina Grillo de Wilson,  testigo Manuel Céspedes de lo que certifico”

Francisco de la Lama = Rubricado =
Doy fe
El Callao a 10 de Agosto de 1951
El Vic. Coop.   Fortunato Saiz

¿Sorpresas? vaya que sí las hay; la verdad es que, cuando uno entra a esta "cocina" de la historia familiar y empieza a destapar las "ollas" de cada época y evento, se encuentra con cada "sancochado"; pero recuperémonos de este síndrome del viajero de los tiempos y ahora vamos a señalar aquellas cosas que nos sorprenden, siguiendo el formato de la primera entrega:

1. La legalización. El documento en sí es la de una Notaría y al parecer fue redactado para autentificar la partida de bautismo de Juan Wilson Baldeón, y lo que sorprende es que tiene fecha de 1951, y una simple adición nos da como resultado la cifra 63 que sería la edad de JLW. ¿Para qué solicitaría él la firma de un notario? ¿por qué quería legalizar un certificado de tipo religioso? ¿es que estaría preparando un legajo de su identidad? ¿con qué fines?


2. Su filiación. La frialdad de la frase "hijo natural de ..." sin lugar a dudas encierra todo un trasfondo que a los ojos de la época en una ciudad tradicionalmente recatada y cucufata era visto como  algo indecente o vergonzoso; en efecto, JLW fue un hijo que no contó con la "bendición" oficial de la iglesia ni la aprobación de la ley civil. ¿se habría convertido eso en un estigma para él?, ¿ le causaría eso subsecuentes problemas, tales como, el matricularse en un colegio católico, el querer acceder a un puesto de trabajo, estudiar una carrera formal?, ¿experimentaría la necesidad de demostrar una paternidad que no existía, al menos para la ley?


3. El bautismo. Tuve dudas al intitular este segundo relato, ya que dado el trasfondo, bien pudo haber tenido el título de "El exorcismo de Juan Wilson"; y eso hubiera sonado desconcertante para algunos, y hasta chocante para otros; ¿es que le sacaron un demonio al inefable abuelo? no necesariamente, mantengamos la calma; la explicación a esto es que el rito del bautismo católico incluía una especie de invocación o fórmula para expulsar la presencia demoníaca y así liberar al infante del pecado original; ver este link: https://es.churchpop.com/2016/10/10/sabias-rito-del-bautismo-incluye-exorcismo/

No estoy seguro si todavía se mantiene este procedimiento en las iglesia actuales, y tampoco estoy enterado si los sacerdotes acceden a bautizar a infantes sin la presencia de sus progenitores, lo cual, concediendo que sí fuera posible, elevaría considerablemente los honorarios del oficiante. Por otro lado llama la atención que se especifique el uso de elementos como el óleo y la crisma, lo cual, hasta donde pueda estar informado, ya no es necesario consignar en un certificado bautismal; pero ya que estamos en el terreno de la especulación, el bautismo de JLW bien podría haberse tratado de un bautismo inusual, por decir lo menos, ¿cómo saberlo?, estudios previos con respecto al mundo espiritual así como cierta experiencia en estos menesteres, me hacen casi aseverar que la concepción de un ser humano como consecuencia de una violación, y el abandono por parte de su progenitor, lo coloca en un estado de peligro real; pero por favor no me pidan que arme en este espacio todo un tratado de demonología, ya que no es el propósito de esta crónica.



El tema en cuestión aquí es el estado en que JLW vió la luz, abandonado por su padre, un rústico, abusivo e insensible hombre de mar; pero sí protegido con amor y con sacrificio por Juanita nuestra abuelita, quien a pesar de no ser capaz de escribir ni su propio nombre ni hablar tan correctamente el castellano, asumió la dramática tarea de ser madre cuando todavía no terminaba de ser niña. Todo esto nos lleva pues, a establecer un perfil de este abuelo anglo-peruano, a saber, una alma atribulada, un hombre con crisis de identidad y con resentimientos profundos, condición de la cual, evidentemente no lo libraría un rito religioso y que traería inevitables consecuencias futuras.

4. La madrina: Este es precisamente el punto, que juntamente con el anterior hacen de este episodio toda una caja de pandora, o como grafiqué líneas arriba, un verdadero sancochado; ¿quién rayos era esa señora Doña Corina Grillo de Wilson? ¿por qué su esposo se apellidaba Wilson?, ¿habrá sido hermano de Gabino? , o ¿el padre de Gabino, un británico ya afincado en el Perú, hecho que animaría al hijo venir a tentar suerte en estas latitudes?, o, ¡Dios no lo quiera!, ¿cabe expresarlo?; por favor, quienes estén leyendo esto, busquen un lugar donde puedan sostenerse, pero que sea algo inconmovible, no vaya a ser que la caída sea estrepitosa y la consecuencia calamitosa; se me hiela la sangre, pero ¡podría tratarse del mismo Gabino Wilson! for Goodness sake! ¿a dónde nos lleva todo esto? ¡Cómo quisiera que Doña Corina estuviera viva y en plena lucidez para contárnoslo! . No cabe duda que no basta con ser un periodista de investigación o un genealogista; se necesita ser un arqueólogo, o un profanador de tumbas*, porque es preciso llegar hasta el fondo de este esacbroso asunto.

* He estado a punto de incursionar en esa singular actividad, ya que me vi obligado a indagar si existe la tumba de algún Gabino Wilson en el Cementerio Británico, tanto en el antiguo como en el nuevo; pero los resultados solo contribuyeron a hacer del "filibustero" G.Wilson un personaje aún más elusivo.                                                                                  (ver link:http://www.cementeriobritanico.pe/home.php)

Oz





Wednesday 16 May 2018

La gesta de una casta, 1ra parte

Lo que a continuación van a leer es la transcripción de una partida de nacimiento del siglo XIX. En efecto, el citado documento que me he tomado la libertad de copiar (no es lo suficientemente legible, por ser una fotocopia del original como para escanearlo) es nada menos que el certificado de nacimiento de Juan Liborio Wilson Baldeón, nuestro abuelo por el lado materno, nacido en el Callao en 1888. Imagínense, vamos a "viajar" al pasado a través de la lectura de esta carta oficial del registro civil de nuestro vecino puerto donde fueron asentados los datos de este señor Juan Wilson Baldeón, mitad peruano y mitad británico a quien llegué a conocer cuando yo tendría cuatro o cinco años aproximadamente, o quizás menos.  Pero antes de iniciar esta travesía hacia el pasado, es necesario prepararnos, y en esto consiste esta preparación: Vamos a despojarnos de los lentes del siglo 21 que llevamos puestos, y cuando empecemos a leer el mencionado documento, debemos hacerlo con los lentes del siglo 19 ya colocados; de esta manera podremos entender mejor lo que leemos y nuestra breve estadía en esos tiempos no nos resultará tan chocante aunque sí sorprendente; bueno, todos listos, aquí vamos




PARTIDA  N. 553
Wilson Juan Liborio
Nació el 23 de julio 1888 En el distrito 1ero
de Bellavista, calle del Palacio
Hijo natural de raza blanca asistido por profesora
A ruego de la declarante (Catalina Tovar) por no saber firmar …
M. Alzamora

En el año de mil ochocientos ochenta y ocho a las dos y media de la tarde… del día veinte y siete del mes de julio…compareció ante el Señor Alcalde Municipal de la Provincia del Callao, Doña Catalina Tovar …natural de Huancayo…de raza india de cuarenta y dos…años de edad (de profesión) … y manifestó un varón de raza blanca … llamado Juan Liborio…nacido el día veinte y tres del presente …en el distrito Bellavista calle del Palacio …número … hijo natural de Don Gabino Wilson, de Inglaterra, blanco, de veinte y cinco años, marino y de Doña Juana Baldeón, de Huancayo, india, de quince años …Presentó como testigos a Don Federico Herrera, de Huancayo, de treinta y cuatro años, militar y a Don Nicolás Herrera de Huancayo, de treinta y tres años, militar.
En fe de lo cual firmaron con el Señor Alcalde y conmigo… la declarante y testigos

El Alcalde                   Jefe de sección
Federico Herrera             Nicolás Herrera        
# 425892                
              

Bueno, sacudiéndonos de la sorpresa o quizás, del estupor y tratando de recuperar nuestro porte habitual, ya de vuelta al presente, me parece oportuno comentar o conjeturar, aunque, dado el presente contexto, optaré por lo segundo dejándoles a                                                                                                         ustedes proceder con lo primero:

1. La antigüedad del documento. La partida está numerada con el 553 en el año 1888, ¿será que era inusual registrar a los recién nacidos, o es que había tan pocos habitantes en el Callao en esa época? o quizá el costo por  uno de esos trámites no podía ser costeado por el vecino promedio.

2. La descripción o perfil de los personajes. Resulta (como ya lo había advertido) chocante, escandaloso, por decir lo menos, discriminatorio, racista, etc, ¿sería costumbre de la época (mas de cien años después de la colonia y un siglo después de la guerra con Chile) el clasificar así a la gente? ¿qué les hubiera ocurrido a esos empleados públicos si alguien los denunciara al ministerio de la mujer?

3. Las edades de los progenitores. No llama la atención que el padre biológico tuviera 25 años, pero si reparas el la edad de la "indiesita", ¡una niña de 15 años! allí cambia todo; retomando la figura de los lentes del siglo presente, ¿cómo vemos eso, que ideas vienen a nuestra mente? ¿rapto, violación, adquisición por trueque (en la sierra se cuenta que algunos "padres" canjeaban a sus hijas por vacas, chacras y otros bienes o las entregaban para que se casen aún siendo niñas), ¿quién era este tal marino inglés Gabino? más que marino parece un corsario ¿no?

4. La ausencia. El progenitor apellidado Wilson de Inglaterra, hombre de mar, no aparece por ningún rincón de la partida de nacimiento, ¿por qué? ¿quitó cuerpo, todo fue una "toccata y fuga"? ¿entonces la violo o qué? o, en el mejor de los casos ¿sería un acto consentido, previamente "arreglado" por los "apoderados" de Juanita Baldeón?

5. La declarante. Se menciona su nombre, Catalina Tovar, quien se excusa y ruega que alguien firme por ella, porque no sabía como hacerlo¿qué nos indica eso? no hay que pensarlo mucho ¿no?
Era analfabeta, o casi una; de cualquier manera, ¿qué hubiera ocurrido si nadie se hubiera ofrecido a ayudarla? 

6. Los testigos. Se les describe como militares oriundos de Huancayo, paisanos de la madre de Juan Liborio, ¿serían conocidos de la familia Baldeón?, ¿o estarían de servicio en el puerto y coincidentemente "de franco" ese día y merodeando por el palacio municipal, ¿cobrarían por prestarse a ser los testigos del recién registrado? o ¿Doña  Catalina les habría pagado a ambos incluso al sr Alzamora, substituto de la sra Tovar?

En conclusión, este documento oficial contiene una información de tal calibre, que no hace sino confirmar el gastadísimo dicho "el papel aguanta todo", y vaya que es verdad; sin embargo, ¿lo toleran nuestras mentes? ¿cómo nos toma, como nos impacta todo esto? Así como les instruí a prepararse para el viaje al Callao del siglo diecinueve, ahora, es menester prepararse para considerar todo esto, por medio de la conjetura, el análisis y la reflexión, ya que es el algo vital para nuestra existencia.

Oz

Saturday 10 September 2016

"Cold Turkey" o la historia de cómo descubrí mi adicción


La otra tarde, moribunda ya, fuera por fin de las tediosas labores cotidianas y en compañía de mi secretaria personal, conducía rumbo a mi ansiada morada, cuando las molestias que habían empezado a afectarme momentos antes se acentuaron notablemente, y me sentí también moribundo al igual que la tarde; en efecto, mi cuerpo adolorido, con un creciente dolor de cabeza, escalofríos que me hacían tiritar y una sensación de desorientación que me invadía y me impedía seguir mi trayecto; fue así que no pude más y hablé -no sé qué me pasa, creo que me voy a desmayar- le dije a la señora Hope literalmente sosteniéndome del volante, y luego ante su preocupación y requerimiento le describí mis síntomas, - ¡estaciónate aquí!- me ordenó como suele hacerlo en la oficina (siempre se le olvida que el jefe soy yo), -tenemos que cambiar de dirección- siguió diciendo y yo obedecí inmediatamente como paciente resignado y a quien no le queda otra cosa que obedecer;
-un par de cuadras más allá, bordeando Tabor Hill, hay un lugar donde puedes tomar algo que creo que te va a hacer bien- seguí manejando hasta que llegamos a una iluminada cafetería de fachada pintoresca, entonces con no poco esfuerzo pude estacionar el vehículo quedándome sentado unos momentos para recuperar el aliento, luego de unos minutos respiré hondo antes de intentar la penosa maniobra de salir del automóvil, cosa que para mi mal, me exigió hacer unas contorsiones circenses ya que me encontraba estacionado a escasos centímetros del carro vecino. Una vez dentro del cálido ambiente de la posada y ubicados en una mesa cercana a una ventana, una atenta y dinámica camarera, percatándose de mi calamitoso estado, se nos acercó y nos soltó los menús sobre la mesa luego de saludarnos muy amablemente. Mi eficiente y siempre atenta secretaria empezó a ordenar, - ¡yo quiero un café latte bien caliente!- interrumpí bruscamente como si intuyera cual era el remedio que me haría superar ese agónico trance.


No transcurrieron ni cinco minutos para que llegaran nuestros humeantes cafés, así como tampoco llegué a darle cinco sorbos a mi latte, cuando comencé a experimentar una súbita mejoría, la cual iría gradualmente en aumento hasta hacerme sentir verdaderamente restaurado, por no decir resucitado; y no es ninguna exageración si añado que con solo percibir el aroma, mi enturbiada mirada se empezó a aclarar. Transcurrida casi una hora, luego de terminar mi café cortado acompañado de unos pastelillos, ya totalmente revigorizado, emprendimos el retorno a casa y mientras íbamos por la ruta, como pensando en voz alta – hoy he descubierto que soy un adicto al café- dije con toda convicción a Ms Hope, -¿tanto así?- replicó ella, -¡estoy seguro!, lo que realmente he experimentado hoy es un cold turkey, que es como llaman los gringos al síndrome que sufre el adicto  cuando no ha consumido su droga por más tiempo del que puede soportar, es un trance real que muchos padecen http://lat.wsj.com/articles/SB10001424127887323734304578543431432444280  , también es el titulo de una canción de John Lennon que precisamente describe esa experiencia, aunque no por la abstinencia del café precisamente- continué explicando; es que había sido algo dramático, y creo que al igual que John, me sentía pesado, fracturado, afiebrado y aniquilado. 




-¿Debo dejar de consumir café acaso?- recuerdo haberle preguntado como retando al doctor hace algunos años en una consulta a la cual asistí por otras razones; - ¡sí, es mejor!; es más, le recomiendo tomar "café de cebada" tostada a manera de reemplazo- fue la categórica respuesta de aquel facultativo bonachón,que más parecía un viejo acólito por su bata blanca, mientras con toda solemnidad me recitaba una lista de recomendaciones para bajar esos reticentes triglicéridos que realmente no molestan a nadie, pero que hay que mantenerlos a raya, siempre en su nivel, y para eso, había que, hacer ejercicios, tener una dieta saludable, y entre otras cosas dejar ese bendito brebaje llamado café, que curiosamente, dicen los investigadores culinarios, fue descubierto por unos monjes.
El hecho es que tuve un cold turkey y nadie va a venir a discutírmelo; descubrí mi adicción, de la cual no me avergüenzo; es más, hasta me siento orgulloso, total, alguna adicción habrá que tener ¿no?. Aquella noche dormí como un justo, todavía saboreando el amarguito sabor en el paladar, un gustito cuyo anhelo por él frisa lo existencial.
Oz

Friday 22 January 2016

Hay unos chicos nuevos en el pueblo



Así es mis queridos lectores, los roqueros son una casta que va desapareciendo, cada vez hay menos; aquellos iconos de la cultura contemporánea se están yendo, sembrando nostalgias por una época que no sigue un periplo cíclico, es decir,  nunca más regresará y de la cual quedarán los recuerdos y por supuesto,  aquella música atemporal, siempre fresca, que seguirá inspirando, eso esperamos, a quienes quieran seguir rockeando.
No nos recuperábamos todavía de la partida de David Bowie, cuando de pronto, otra leyenda del rock, Glenn Frey, vocalista de la banda The Eagles nos deja a los 67 años para irse, solo El Altísimo sabe, al lugar del no retorno. Muchos lo recuerdan por “Hotel California” todo un clásico; pero yo lo recuerdo por “The New Kid in town” canción del año 1976 que no solo fue número 1 en USA, y ganó un Grammy el año siguiente, sino que tiene la peculiar virtud de trasladarme inmediatamente, cuando percibo sus tonadas, al año 1977 en el camino de subida a San Pedro de Casta en Huarochirí, a 3,200 msnm, punto de partida y aprovisionamiento para trepar hacia la meseta de Marcahuasi mil metros más arriba. ¿Qué relación podrá tener esta melodía setentera americana  con esa jornada hacia las alturas en la sierra limeña?


 pues mi vivencia singular, aunque subjetiva, igualmente real; en primer lugar, éramos un grupo que viajaba dividido, algunos en un bus que nos dejó a kilómetro y medio del pueblito en un desvío del camino; y otros más privilegiados, las chicas, cuando no, instaladas en el fiel escarabajo del no menos fiel Hash Ben David, amigo nuestro; éstos nos encontraron en el cruce aquel y juntos emprendimos la caminata cuesta arriba hacia el soleado villorio enclavado en la cumbre. Fue en ese lapso que parecía nunca acabar, mientras sufría el volks en la empinada ladera (entiéndase que nos teníamos que turnar, unos a pie y otros en el auto), que la radio o el toca cassette (I’m not sure) nos permitía escuchar música y de la buena, cosa que con Hash estaba siempre asegurada; entonces brotan del equipo de sonido las notas musicales con la siguiente narración: “There’s talk on the street; it sounds so familiar, great expectations, everybody’s watching you” y seguía la voz melódica de Glenn y el dulce sonar del teclado, se sumaba la guitarra y el bajo y esta pieza fungía de paliativo contra el agotamiento, al menos a mí, quien por entonces no entendía tanto inglés como lo entiende ahora. Fue el perfecto soundtrack para nuestro esfuerzo, nuestro sudor, cansancio, la sed que nos consumía y los deseos de ya estar en aquel olvidado e insignificante asentamiento humano en la imponente cordillera matizada por el azul andino y profundo de un cielo adornado con nubes de blanquísimo algodón que nos daban la bienvenida, los nuevos chicos habían por fin llegado al pueblo ignorado por los mapas, San Pedro de Casta.







   Toda una experiencia inolvidable, aunque solo tengo un pesar¡Qué lástima que el deceso de este rockero clásico haya tenido que ocurrir para recordarme que su canción merecía hace mucho tiempo ser considerada en este, mi soundtrack, que tanto bien e inspiración le confiere a mi vida!
Oz
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/01/18/actualidad/1453157807_945143.html


Friday 13 November 2015

"L'amour est bleu"



- Esto lo tengo que incluir - pensé, mientras escuchaba la radio del auto después de haber recorrido el dial ida y vuelta, una y otra vez buscando alguna melodía que hiciera más llevadera la inusual y no planeada larga espera de una mañana, hasta que por fin, los bellos arpegios de la versión instrumental de "L'amour est bleu" del ya ido maestro Paul Mauriat empezaron a inundar los interiores de mi vehículo - sí, definitivamente esta pieza tiene que tapizar parte del largo y sinuoso camino del soundtrack de mis casi seis décadas - concluí con total convicción; el tema en mención, que se llevó las palmas en el festival de Eurovisión el año 1967, literalmente me acompañó a lo largo del año siguiente, en que empezaba la secundaria, un período crítico, nostálgico, penoso, si se quiere, pero trascendente en mi desarrollo personal. 


 No es ninguna exageración mencionar, que el año en que se compuso "Hey Jude" (1968), de lo cual no me enteraría hasta mucho después, las casi místicas y extrañamente melancólicas tonadas del clavicordio de la orquesta del famoso maestro francés, tuvieron, y aún tienen un efecto terapéutico en mi alma y, lo afirmo con toda certeza, me ayudaron a atravesar ese complicadísimo camino de transición de lo pueril hacia la mocedad, un trance, donde las alegrías se entremezclan con las añoranzas de lo ya vivido, para dar paso al temor y recelo de lo que se ha de vivir. Gracias Paul, sí, de Francia con amor, aunque ese amor sea...triste.
Oz







Tuesday 26 May 2015

Réquiem para una cafetera


"Gota a gota cual rocío de la mañana transcurrió tu preciada existencia, a punta de gran coraje diste cabida tanto al culto caballero como al abyecto rufián, y sobre todos prevalecía tu inmutable virtud que con las primeras luces del día     renovaba nuestras energías con tu incomparable y burbujeante brebaje; sí, tales fueron tus dignidades y encantos y tal nuestro bienestar; pero un día, a los cuales es mejor no evocar, nos abandonaste y dejaste sumidos en la desesperanza y el pesar; la vitalidad y el vigor se esfumaron, solo quedaron las penas y las miradas sombrías en nuestro andar"

Oz
My kingdom for a coffee!

Good bye!